El revólver es una parte del microscopio óptico que da versatilidad al instrumento y facilita su uso. La función del revólver es permitir cambiar fácilmente el objetivo utilizado para observar la muestra. Normalmente se pueden montar tres o cuatro objetivos en un revólver de modo que esta pieza nos permitirá observar la muestra con tres o cuatro aumentos distintos.
Todos los microscopios profesionales vienen equipados con un revólver. Aun así es verdad que no es una pieza imprescindible y que existen muchos microscopios básicos sin revólver. En estos casos el microscopio está equipado con un solo objetivo que puede desenroscarse y sustituirse por otro en caso que sea necesario cambiar el aumento.
Funcionamiento
Un revólver para microscopio suele tener entre tres y cuatro orificios para colocar objetivos. En cada orificio puede acoplarse un objetivo de distinto aumento. El revólver completo puede girar en torno a un eje de modo que permite seleccionar el objetivo adecuado.
Existen dos tipos principales de revólveres para microscopio, los de objetivo fijo y los de objetivo intercambiable. En los revólveres de objetivo fijo los objetivos y el revólver forman una sola pieza. Este es el caso más habitual en los microscopios más básicos. Estos microscopios permiten utilizar objetivos de distinto aumento pero no permiten desenroscar los objetivos para instalar nuevos objetivos con características distintas.
Los revólveres de objetivo intercambiable son los más avanzados. Esta es la opción más adecuada para una mayor versatilidad. Con un revólver de objetivo intercambiable podemos instalar en él los objetivos que más nos convengan para un tipo determinado de muestras. Ya sean objetivos de bajo aumento, alto aumento o de inmersión.
Historia
Los primeros microscopios compuestos no disponían de revólver. Estos microscopios estaban equipados con un solo objetivo y tenían, por lo tanto, un aumento determinado y fijo.
En 1746 George Adams describe teóricamente el concepto de un revólver para microscopio en su libro Micrographia Illustrata. Treinta años más tarde, en 1776, Jeremiah Sisson construye por primera vez un revólver para microscopios.
A partir de este momento las ventajas de esta pieza se hacen evidentes y empieza a incorporarse en todos los nuevos microscopios. A día de hoy es una pieza esencial de los microscopios profesionales.